Reflexión
Me encanta dejarme sorprender por los/as más pequeños/as.
Son sabios/as, esponjas y excelentes maestros/as.
Con una sencilla pregunta, son capaces de cuestionarnos nuestra vida.
Lo mejor de trabajar con los niños/as en las terapias Familiares,
es por todo lo que se aprende de ellos/as,
sobre todo, por lo mucho que enseñan a su madre y a su padre,
y, por supuesto, a mí.
Siempre digo que son como un baúl lleno de tesoros,
yo ayudo a la familia a descubrirlo así,
les muestro como pueden abrirlo…
Y la gran sorpresa, es todo lo que ahí encuentran…
todo lo que aprenden juntos….
Os animo a practicar en casa, en vuestras familias, con vuestros hijos/as,
a aprender de ellos/as, a escucharlos/as, a jugar juntos/as…
Es entonces cuando nos cuestionan la vida,
nos enseñan lo que es realmente importante.
Porque todo cobra sentido,
cuando descubres que para ellos/as, eres lo más importante,
su referente, su modelo, su gran AMOR,
Porque ellos/as sólo te necesitan a tí,
¿Y tú que más necesitas?
Hoy, como cada día, me siento llena, plena, feliz, colmada…
Sólo porque mi hija vino de madrugada a verme,
silenciosa, en la oscuridad de la noche y me dijo:
“¿Mamá, me das un abrazo?”
No hace falta más.
Gracias a las familias y a sus hijos/as, que confían en mí para acompañarlos en éste descubrimiento, con los cuales aprendo mucho y también a mi hijas, que me enseñan cada día, lo que es importante de verdad.
Gracias.
Dolores Rizo, Psicóloga