Psicología práctica y cotidiana
Vivimos en una sociedad que marca tendencias,
nos imponen valores,
y nos catalogan dentro de unas tablas,
que establecen los límites y los ideales.
¿Y dónde están las diferencias individuales?
¿Y la idiosincrasia de cada persona?
¿Acaso somos maniquíes de la moda, de los ideales sociales?
Pues parece que sí…
Me indigna cada vez que alguien,
normalmente profesionales de la “salud”
encasillan a alguien en una tabla,
colocándole una etiqueta infernal,
generándole un problema,
que, en la mayoría de los casos no tiene.
Y es que el peso, la talla, las medidas,
el crecimiento, el CI, la salud física y mental, …
Todo es muy particular e individual,
Y además, privado, muy privado.
Si no hay enfermedad, ni me duele, ni me acompleja…
¿Por qué tengo que sentirme raro/a al no estar en la tabla
que me dicen que me correspondería?
¿Quién decide las tablas?
Pido un mundo sin tablas que encasillen,
sin límites para las diferencias,
sin cánones de belleza,
sin diagnósticos innecesarios.
Ya que la mejor imagen de cada persona,
la decide cada persona,
al sentirse feliz, a gusto, guapo/a por dentro.
Si me siento una bellísima persona,
es que lo soy.
¿Y qué, si soy distinto/a?
¿Acaso no somos todos/as distintos?
Dolores Rizo, Psicóloga.