Crianza y Educación
Ricardo es un niño de 7 años que tiene miedo a los globos, esto hace que lo pase muy mal en cualquier fiesta que haya globos. Ricardo no quiere asistir a lugares públicos, ni de celebraciones, por miedo a que se exploten los globos.
Las personas cercanas a Ricardo suelen insistirle en que no pasa nada, quieren forzarle para que asista a lugares dónde haya globos, e incluso le traen globos para que los coja.
Ricardo suele llorar y bloquearse, y cuanto más le insisten, más se aleja de las fiestas, y parece empeorar en su miedo.
Sus padres han probado de todo y no parece que le ayuden, acaban enfadándose con él, porque quiere marchar de los sitios y coge perretas como si fuese más pequeño. Piensan que es una tontería de Ricardo y que llama la atención de ellos con estos comportamientos, incluso a veces, llegan a dudar de la realidad de sus miedos, pensando que lo hace para salirse con la suya cuando algo no le apetece o no sale como él querría.
Los Padres de Ricardo mediante la Terapia, han empezado a conocer que es el miedo, y han aprendido cómo ayudar a Ricardo a superarlo y anularlo. Sin juzgarlo ni reprenderlo.
Descubrieron que a ninguna edad, es conveniente “obligar” a la persona con miedo a exponerse a la situación temida, porque puede generar mayor bloqueo y más miedo. Esto le estaba ocurriendo a Ricardo, y ya han cambiado en ésa actitud.
Ahora no obligan a Ricardo, aunque saben que evitar no es la solución, porque cuando evitamos, potenciamos más miedo y nos “hacemos” más miedosos hasta llegar a limitarnos en nuestro día a día.
Por eso, tratan de ayudarle hablándole y explicándole lo bueno de la situación temida, sacando lo positivo por encima del miedo a los globos. Y tratando el “ruido” de los globos, como la única consecuencia, reflexionando con él acerca de lo que podría ocurrir si explota un globo.
Y poco a poco, los padres de Ricardo le fueron acercando a los globos, sin presión, sin comentarios despectivos, sin dudar de su miedo, y lo hicieron mediante diferentes estrategias, como los juegos, las simulaciones, a través de familiares o amigos, dibujando, empezando poco a poco, con pequeños globos, etc… y según lo fue aceptando el pequeño.
Para la superación del miedo fue principal acercarse a Ricardo desde la comprensión y el respeto, nunca forzándoles, ni ridiculizándoles ante esa reacción inconsciente; Dándole apoyo y compañía, seguridad y refugio.
Y finalmente, Ricardo aprendió a utilizar el lenguaje para afrontar la situación temida, y al mostrar su desagrado ante esa situación, en vez de verbalizar “me da miedo”, lo expresa como “no me gusta”. Esto genera diferentes sentimientos en Ricardo, que no disfruta de los globos, pero tampoco los evita. Y también mayor aceptación social, porque todos/as podemos aceptar que tenemos diferentes gustos y los respetamos.
Dolores Rizo.
