Psicología práctica y cotidiana
Y es que, con frecuencia, nos escondemos tras nuestro traje o uniforme, tras nuestra “profesión”, o la apariencia…Tras un disfraz.
Pero quiero pensar que seguimos teniendo, aunque sean unos pocos, valores humanos.
Ésos que nos permiten empatizar, respetar, sentir con la otra persona, ayudar…
Es decir, ser humanos.
Y he de decir, que en contraposición a la reflexión anterior que hice, yo me los he encontrado.
Tras mi corta estancia en el hospital, apenas 30min, por la extracción del “juicio” o eso pretendían, que me quedase sin él…
Marché con anestesia y todo..
Fuimos a gestionar unos documentos a un organismo público, dónde la calefacción la pagamos todos y por tanto, el calor era extremo. Y por un cúmulo de condiciones, calor, anestesia, falta de alimento y la larga espera, pude experimentar la desagradable sensación de que todo se desvanecía, y con ello, el suelo a mis pies, era el lugar más seguro.
Y entonces fue, cuando encontré a personas, sin título, sin profesión de bata blanca, ni otra que yo supiera, y me atendieron amablemente, a las cuales, desde aquí agradezco su ayuda y humanidad.
Y cuando todo pasó, llegó el “profesional del 112”, del cual no recuerdo su cara, porque desde el suelo, prefería no mirar hacia arriba, ya que me volvían a marear las luces del techo. Y él desde arriba y yo desde abajo, pude escuchar su tono enfadado y de molestia, porque esto me había ocurrido por no haber tomado las medidas preventivas para que no me bajase la tensión.
A lo cual, sólo pude contestar, “ya, si me hubiese tomado un bocata de jamón, no le habría molestado”. Y se marchó…
Tras lo que pensé, una vez más, ¿dónde esta la profesionalidad?.
Menos mal, que no me ocurrió esto en el hospital, sino me hubiesen echado la bronca por molestar….
Espero que esto, hecho verídico, nos haga reflexionar, acerca de que somos mejores personas cuando no llevamos “disfraz”, ése que nos ponemos para trabajar cada día, porque entonces se nos olvida que quienes tenemos delante siguen siendo personas que necesitan más, que de nuestra profesión, de nuestra humanidad.
Sigamos siendo humanos, a pesar, de nuestros títulos y conocimientos.
Que parece, que a veces, nos nublan la visión de la realidad y nos quitan el juicio de cuál es la necesidad básica de toda la humanidad. Ser humanos.
Feliz comienzo de semana, cada vez mas humanos, mas conscientes, más cercanos...con menos disfraces.
Dolores Rizo, Psicóloga.
